El paso por India viene signado por los caprichos cósmicos. Como le dije a una amiga hace poco, aunque amo la ciencia fáctica y el empirismo es mi única religión, la astrología me puede. Decidimos visitar Udaipur mientras eran semanas de mercurio retrogrado, me enteré justo después de que perdimos la billetera con la tarjeta de débito, y a consecuencia de la denuncia también me bloquearon el acceso al homebanking. Así, aislada digitalmente de mi propio dinero fue que comencé a transitar la luna llena en libra del año 2018.

Llegábamos a Udaipur sufriendo el primer gran golpe de calor. Luego de un breve e insípido paso por Mumbai, quisimos asomarnos al ashram de Gandhi en Ahmedabad y lo hicimos a duras penas. Mariano tenía fiebre por las tardes, no podíamos ni comer del dolor de cabeza y agotamiento con que los más de 40 grados diarios nos aporreaban el cuerpo. El último gran sacrificio fue tomarnos el bus cama hacia Udaipur. Y vaya si son una tortura esos monstruos ruteros.

vacas-india

Permiso…

En Udaipur el calor no fue menor, pero ganamos un poco en comodidad. Una pequeña y fresca habitación en un lindo homestay familiar, en la zona que sería la ciudad vieja de Udaipur. Callejones en colinas, pequeñas puertas que se abren escaleras arriba a terrazas donde disfrutar un té al atardecer. Fue una vez más como volver a Marruecos. Un poco de Chefchaouen, un poco de Fez, es que el Rajastan se me hace más medio oriental que indio. O es que el sur era muy srilanqueño y hasta africano? O que en realidad hay tantas indias como uno se permita conocer.

Udaipur creció a orillas de dos lagos artificiales enormes, y con el empuje del imperio de los Mewar, que reinaban lo que luego se unificó como el Rajastan que conocemos hoy. Y como todo imperio, tiene su palacio. O varios mejor dicho. Ya que en los lagos hicieron islotes donde edificaron palacios de esparcimiento que hoy son lujosísimos hoteles.

Sin ser la Alhambra, el Palacio de La Ciudad es uno de los más importantes que se pueden visitar en la zona, y bien vale la pena el recorrido con un audio guía disponible en español. El recorrido es muy largo, dura un poco más de dos horas contando algunos descansos y varias fotos. Y el laberinto que forman los pasadizos, escaleras y patios hace que no tengas mucha opción de salida durante el recorrido. Los detalles artísticos, las esculturas religiosas que se preservan a pesar del escaso esfuerzo que parecen poner en conservarlas, y las historias de poderes, amores y guerras te transportan por un momento a cuentos fantásticos.

Y el espectáculo aparte que son los indios visitando cualquier lugar, posando cual estrella de Bollywood con cualquier columna esculpida, metiendo incluso cambios de vestuarios! Y no hablo de modelos, sino de grupos de amigos que van con sus celulares subiendo fotos a las redes sociales mostrándose como los verdaderos galanes que son… no en vano el Pavo real es el ave nacional de India, los representa a la perfección!

El templo Jagdish es el mas conocido, bastante pequeño y lleno de ardillitas. Hay horarios específicos donde se puede observar al dios Vishnu, escoltado por Lakshmi y Krishna, en un salon pequeño que es un buen lugar para refugiarte del calor y bullicio de la calle principal. Y sobre el lago hay varios gaths, portales sagrados donde se hacen ofrendas a los dioses. Nuestra visita coincidió con el aniversario de Hanuman por lo que hicieron una fiesta a lo grande invitando a toda la ciudad a cenar!

Si ya te cansaste de ver las mil tiendas con ropas típicas, te empalagaron el oído los vendedores tourist friendly, elegiste alguna de las hermosas pinturas que venden los muchisimos talleres artísticos de la ciudad, y en especial si es domingo, hacé una caminata hasta el otro lago. El lago a los pies del palacio se llama Pichola . Unos pocos kilómetros mas allá encontraras en lago Fate Saghar que es donde realmente la gente local va a disfrutar el atardecer. Hay muchos puestos de comida y bebidas, un tramo de la calle que se cierra para que chicos y grandes disfruten en bicicleta o patines, y hasta clases de natación en el lago! Toda la familia se vuelca a disfrutar del domingo aquí.

atardecer udaipur

Vamos de paseo

Aunque hicimos todo esto , Udaipur fue nuestro lugar de descanso y reflexión. Terminamos el primer mes en India sintiendo que es imposible de comprender, y de abarcar. Si, ya sé, basta con mirar el mapa para entender eso. Pero bajo la luz de la luna replanteamos (por enésima vez) el itinerario, sabiendo que es probable que tampoco lo cumplamos! Entonces, qué son los planes? Más que un mapa del futuro son un divertimento del presente, y hay que tomarlo como tal para que luego la frustración no te azote. Al fin y al cabo, basta con salir a la ruta para India cambie completamente tus planes, y eso es lo que sucedió cuando nos fuimos de Udaipur…

[divider]Info Útil[/divider]

Cómo llegar a Udaipur?

Nosotros viajamos desde Ahmedabad, y lo hicimos en tren. La forma más común de recorrer el Rajastán es en tren. Según la época del año deberás tener tus boletos con cierta anticipación (viniendo desde el sur, nosotros no conseguimos tren. Desde Udaipur luego fue más fácil conseguir lugar a otros destinos).

udaipur noche

Dónde dormir en Udaipur?

Hay muchísimas opciones en la zona de la ciudad vieja. Nuestras favoritas son las homestay. Casas de familia que hacen dos o tres habitaciones para recibir huéspedes y en general tienen una linda terraza con bar o restaurante. El único consejo que te obligo a tener en cuenta es que si te tocan los meses de más calor tengas en cuenta de nunca elegir una habitación en el último piso, ya que el sol rajante en el techo hace que sea un horno! Las habitaciones más «guardadas» por general conservan una temperatura aradable, y ni siquiera necesitamos aire acondicionado.

Dónde comer en Udaipur?

No encontramos un favorito en la ciudad. También las altas temperaturas hacían que no tuviéramos muchas ganas de comer, así que para refrescar un poco te puedo decir que los sánguches en Anna Restaurant estaban muy bien!

Qué visitar en Udaipur?

El Palacio de la Ciudad me gustó mucho. Las ganas de hacer esta visita por lo que hablamos con otros viajeros dependen 100% de cómo hagas tu recorrido ya que todas las ciudades del Rajastán tienen fortalezas y palacios, y medio que si ya viste alguna después no te dan ganas de pagar las otras entradas. Ésta fue nuestra primera y única visita, así que no puedo comparar, pero me gustó. La entrada cuesta 300 rupias, para usar la audio guía (200 rupias) te piden un depósito en efectivo de 2000 rupias! (o un documento o tarjeta de crédito, están del tomate).

 

Sobre El Autor

Soy Vito. De raíz riojana y treinta y pico de años. Viví también en Córdoba, Mar del Plata, Buenos Aires. Viajé por Nueva Zelanda, Cuba, Italia, Bolivia y otra veintena de países más. Pediatra de vocación y formación, y en los ratos que me hago entre el trabajo “serio” trato de aprender algo nuevo (tejer, cocinar, fotografiar, hablar otros idiomas, lo que sea). Amante del yoga (a.k.a. “profesora”), curiosa ayurvédica. Estudio y trabajo con la salud y la enfermedad, pero a mí lo único que me curó fue viajar. Una vez sentí que era hora de poner los pies en la tierra… y lo tomé demasiado literal, quizás.

Artículos Relacionados

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

..