Para comenzar a comprender la cultura del té en Corea del Sur primero tuve que averiguar cómo llegó el té hasta la península. Entonces leí que el budismo comenzó a expandirse hasta estas porciones del planeta, y fueron los monjes quienes llevaron la bebida a la par de los sutras, las escrituras sagradas budistas. En el sur de la península coreana encontraron la geografía ideal para el cultivo del té verde allá por el siglo V d.C. Boseong, Hadong y la isla de Jeju son hasta hoy en día los sitios emblemáticos donde podés conocer las plantaciones de té verde en Corea del Sur.

La plantación de té verde más antigua del país

Daehan Dawon Tea Plantation es el lugar que yo quería conocer. La plantación más extensa y antigua. Aunque si de historia se trata, al igual que todo lo demás en este país, hay que saber que aunque estas colinas tienen siglos de historia, el área fue destruída en varias ocasiones por los japoneses y/o norcoreanos en las sucesivas guerras e invasiones. La plantación Daehan Dawon nació como tal en 1937 gracias a un colono japonés, y luego de la derrota nipona en la Segunda Guerra pasó a manos de un productor coreano, en 1950.

Llegar fue una travesía en sí misma. Estábamos alojados en Suncheon desde donde tomamos primero un bus a Boseong y en la mini terminal, a fuerza de señas, logramos descifrar cuál era el bus que nos llevaba hasta la entrada de la plantación. Todos los carteles en la pequeña terminal de autobuses de Boseong están en coreano y al ser sólo una plataforma de llegada y salida no había ningún empleado para preguntar. Algunas personas entendieron dónde queríamos ir y nos indicaron.

Ya en el camino se ve que el cultivo del té verde es predominante en la serranía de la zona. Y la plantación que visitamos está oculta detrás de un sendero de cedros largo y sombreado, y un pequeño bosque de bambú (con los mosquitos más feroces del país). La vista que te sorprende después de este pequeño paseo es fascinante:


Hay casi 6 millones de plantas de té verde en estas hectáreas serpenteantes y sus terrazas. Los cordones verdes se trepan por el monte y hacen que ninguna foto necesite filtro ni posproducción alguna. Es sencillamente hermoso. Algunos árboles y flores acompañan humildemente el protagonismo de la planta de té que domina en silencio la escena.

Aparte de caminar en el laberinto de té por todo el tiempo que el cuerpo te lo permita, en el predio hay dos grandes tiendas con productos relacionados. No sólo té en todas sus presentaciones para infusionar (saquitos, hojas enteras o trituradas, polvo), sino también galletas, fideos, y hasta helado de té verde. El merchandaising no se queda atrás por si querés otro tipo de recuerdo de esta visita.

Degustación de té

Pero vamos a llenar las tazas… La degustación que se puede hacer en el lugar cuesta entre 1000 y 2000 wones, y te la sirven perfectamente. Un minuto cronometrado de infusión en agua a la temperatura ideal, ni un segundo más porque se transforma en una cosa intomable. Esa infusión ligera tiene un color y perfumes muy sutiles, pero mucho cuerpo y un sorprendentemente intenso sabor.


Quiero empezar a escribir sobre el té, todo lo que voy aprendiendo y probando y me doy cuenta que las palabras me quedan cortas! ¿Cómo se transmiten los olores, sabores, la tibieza de la taza en las manos?

Voy a empezar a explorarlo mientras recorro la Ruta del Té en Asia.

[divider]Datos Útiles[/divider]

Cómo llegar? Al pequeño pueblo de Boseong se puede llegar en tren o bus. Desde allí (las estaciones están casi una al lado de la otra) hay que tomar un bus local que te deja a metros de la entrada de la plantación. Como ayuda lleva anotado en koreano el nombre de la plantación para que el chofer te avise donde bajar. O como nosotros, que llevábamos un folleto de información turística con la foto de la plantación, y todos entendieron dónde íbamos.

Entrada: para ingresar a la plantación hay que pagar 4000 wones (septiembre 2017 – 1USD = 1140 wones, aproximados), una vez dentro puedes degustar el té (entre 1000 y 2000 wones) y el famoso helado de té verde (300 wones), entre otros muchos productos derivados!

Alojamiento: hay muy pocas opciones en el pueblo de Boseong, y no a presupuesto «mochilero» que digamos… Nosotros nos hospedamos en Suncheon, por Couchsurfing 😉 .

Sobre El Autor

Soy Vito. De raíz riojana y treinta y pico de años. Viví también en Córdoba, Mar del Plata, Buenos Aires. Viajé por Nueva Zelanda, Cuba, Italia, Bolivia y otra veintena de países más. Pediatra de vocación y formación, y en los ratos que me hago entre el trabajo “serio” trato de aprender algo nuevo (tejer, cocinar, fotografiar, hablar otros idiomas, lo que sea). Amante del yoga (a.k.a. “profesora”), curiosa ayurvédica. Estudio y trabajo con la salud y la enfermedad, pero a mí lo único que me curó fue viajar. Una vez sentí que era hora de poner los pies en la tierra… y lo tomé demasiado literal, quizás.

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5 Respuestas

  1. KikiEmeEse

    «Algunos árboles y flores acompañan humildemente el protagonismo de la planta de té que domina en silencio la escena»: siempre me sorprende el modo en que logras pintar las escenas con palabras.
    Besos de tu tía.

    Responder

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