Amigos: tome usted a un puñado de sus mejores amigos y empiecen con el viejo cuento de «tendríamos que hacer viaje todos juntos». No importa que sean muchos, ya sabemos que en el proceso varios se van a bajar. No importa donde sea, si usted va con amigos la pasará bien en cualquier lugar. No importa cuanto tiempo, el cambio de hábitos hará magia y se dará cuenta que en realidad, cuando uno se divierte el tiempo no vuela, sino más bien se detiene y cada minuto rinde sus bien puestos 60 segundos. Por lo tanto el resto de los datos de este artículo son a modo de ejemplo, «a propósito de un caso», que ocurrió un fin de semana largo con motivo de la Semana Santa, en Miramar, Argentina… pero bien podría ser cualquier otro momento del año, en cualquier otro lugar del planeta.

Bloggers: ojo acá, si sus amigos son también bloggers de viajes sepa que muy probablemente este no sea uno de esos tantos amagues del famoso «tendríamos que hacer un viaje…» que ha tenido con otros amigos (digamos, «normales«). Se van a ir de viaje. Buena onda, diríamos que es lo escencial para encarar esta empresa de irse de viaje en grupo, porque se vienen días de prueba…

Convivencia: es la prueba máxima de cualquier relación entre los seres vivos. El objetivo no es sólo que cada uno de los individuos la pase lo mejor posible, sino que al final de la experiencia la relación debe resultar fortalecida. Si en el regreso a casa se escuchan frases al estilo «¿cuándo hay otro finde largo?» o «¿dónde vamos la próxima?», la prueba ha sido superada.

Churros: como la cosa se pone tan particularmente fresca en la Costa Atlántica argentina, no es de sorprender que lo más típico de un viaje a la playa por estas latitudes tengan que ver con tejidos de buena calidad y deleites hipercalóricos, en lo posible calientes, como el chocolate con churros… rellenos… bañados en chocolate, valga la redundancia. Teníamos cuatro días para encontrar los mejores churros de Miramar y tengo que decirle, estimado lector, que fallamos. No le puedo recomendar ninguno por dos motivos: el primero es que no me gustaron ninguno de los que probamos, incluso sentí un inmenso fraude al probar los bañados en chocolate (no, señor, sin baño para mí por el resto de mis días!), y el segundo y más importante motivo es que sencillamente la búsqueda es lo más interesante y no se le debe negar a nadie. Nunca crea que en tal lugar va a encontrar los mejores de nada, vaya y deguste cuanto pueda!

Dedo: hay muchos métodos de transporte a disposición de todos los presupuestos y necesidades. Queríamos ir a dedo, pero el tiempo escaso y sobre todo el cansancio acumulado de la rutina citadina apremiaban y nos tiramos como morsas hacia la opción del autobús. Ya en la costa, quisimos ponerle algo de aventura. Fuimos en caminata, por el camino largo, hacia el Bosque Energético (a unos 4 km del centro), pero se nos ocurrió en algún momento la brillante idea de hacer dedo para llegar más rápido. Lo conseguimos! Un automóvil se detuvo al tercer intento, al mando de Diego, y juntos batimos el récord del viaje a dedo más corto del mundo: tras escasos 450 metros nos dejó en la puerta del bosque!

Misterios en el Bosque

Misterios en el Bosque

Energía: el lugar que se impone en la agenda de todo visitante a Miramar es el Bosque Energético, perteneciente al Vivero Municipal. Un bosque tranquilo y apacible con un sendero que lleva a los médanos donde se puede disfrutar de lo mejor de la playa. Pero la convocatoria no es por eso. «Lo de las ramitas» va pasando de boca en boca y todos queremos verlo con nuestros propios ojos. No hay explicación racional para que dos palos se mantengan en perfecto equilibrio formando una «T«, y mucho menos para que la rama horizontal comience a oscilar y girar si se acercan las manos. Así que a relajar la mente y divertirse con la situación, creer para no reventar, y cargarse de energía con un abrazo de árbol.

Fotografía: si bien toda situación sirve para despuntar el vicio, un viaje a esta altura de la humanidad ya es casi un sinónimo de «sacar-fotos». «Trajiste la cámara?», fundamental. «Está cargada?»… esta vez no tenía que ocuparme de este detalle ya que volví a los viejos amores, tan viejos que ni pila necesita mi flamante chiche, herencia de herencias, que no veía las horas de tener una excusa para estrenar. Para cargarla sólo necesitaba ponerle un rollo de película. Todo muy retro, contemporánea de la señora que atiende una de las casas de foto de Miramar, («Ah, yo aprendí con un de estas!»), aquí les presento a «La Nena»:

Demasiado linda...

Demasiado linda…

Globología: es cantado que si uno se va unos días a la costa, en algún momento va a estar muy frío y/o ventoso como para ir a la playa, siempre tiene que haber un plan B. Así que de tanto insistirle a la maestra Tati, finalmente conseguimos tener nuestro primer taller de globología! (Nota mental: reconsiderar retomar terapia para hablar de mi globo-fobia incipiente…).

Infancia nao tem fin

Infancia nao tem fin

Huevo de pascua: y sí, era Semana Santa, no podía faltar un huevo de pascua… pero no cualquiera: el más grande! O casi, porque nos enteramos que en Bariloche también hicieron un gigante de chocolate y lo superó en algunos centímetros. Pero bue, algo es algo, vamos a defender lo nuestro (?), los muchachos de la Municipalidad se despacharon con 3000 kilos que se repartieron al público el domingo de Pascua (cuando ya nos había ido 🙁 ).

Ingeniería con 3000 mil kilos de chocolate

Ingeniería con 3000 mil kilos de chocolate

(bis) Helado: el resto del año se puede disfrutar otro manjar… y les diría señores, que están ante una de las mejores cinco heladerías del país. No se pierdan el sambayón de la casa (no me gustaba el sambayón hasta que lo probé aquí!).

Heladería

Internet: que lindo desconectarse completamente al menos por unos días, no? Hola, soy la blogger 1.0 que no tiene internet en su móvil (ni un móvil que soporte semejante tecnología) y puede pasar 4 días o más sin iniciar sesión en sus redes sociales.

Juegos: más días nublados? y por qué no en la playa misma! a los clásicos Tejo y Pelota-Paleta, esta vez le sumamos damas chinas, generala, cartas… Mariano fue campeón invicto de las damas, intentamos que Tati perdiera a todo pero no lo conseguimos, Pablo le dio digna lucha con los dados, yo tuve un desempeño lamentable en todas las competencias.

Kilos: en exceso al regreso, una recuerdo de buenas vacaciones!

Libros: a los argentinos nos gusta mucho leer en la playa. No es exclusividad nuestra, pero en latitudes caribeñas no tuvimos mucho éxito con la venta de señaladores en las playas ya que sencillamente no había libros a la vista. Esta vez no llevamos señaladores para vender, pero sí libros para leer. En realidad le robé a Tati «Los Autonautas de la Cosmopista» para entretenerme con los detalles del viaje que Cortázar y su mujer hicieron en una combi desde París a Marsella… las tres horas de demora que tuvimos en el regreso por la autopista me fueron de mucha ayuda para avanzar en la lectura…

Malvinas: cada tanto coinciden la Semana Santa con el aniversario de la Guerra de Malvinas, y curiosamente el viaje de Cortázar que leí fue contemporáneo a esos trágicos días de nuestra historia. El escritor deja escapar entre líneas como le llegaban noticias desde la campana británica del progreso de las batallas.

Malvinas = Argentinas

Malvinas = Argentinas

Naranjas? No, ni esa ni ninguna otra fruta se cruzaron en nuestro camino por esos días… La alimentación fue tan desastrosa como rica, y al regreso se dice que los viajantes pasaron varios días a dieta cuasi-crudi-vegana.

«Olas 3 – Pol 0» es el nuevo hit que los youtubers se muerden por no haber registrado! El video de esa lucha feroz entre el hombre y la naturaleza está al aire (?) en el blog de Tati, no se lo pierdan!

Playa:

... infinita

… infinita

Queso na brasa: no sólo no encontramos los mejores churros de Miramar, ni siquiera hubo un digno vendedor de choclos en la playa… la globalización llega hasta lo más informal del mercado gastronómico y ahora se pueden degustar snacks internacionales como el tal «Queso a la brasa», que no necesita descripción…

Al paso

Al paso

Religiones del mundo:  una de las cenas (y no La Última…) se extendió en una larga charla – más bien una clase – sobre la historia de las religiones y su correlación con el «desarrollo» de Occidente. Ay, qué cultos que somos! El más ñoño es Pablo y nos desasnó en varias cuestiones, pero no es que nos ponemos a hablar de temas así como así… en realidad sí, pero la fecha disparó todo esto.

Semana Santa: claro! eran las Pascuas, todas, cristianas y judías, así que la mesa nutrida de todos los grises de creencias, tuvo tela para cortar.

Cristo

Tiempo: no es en realidad eso lo que buscamos con tanta «escapada«? Sentir que volvemos a ser dueños de nuestro destino y a decidir por sobre los despertadores, las máquinas de fichaje horario, las fechas de entrega… A cualquier lugar y en cualquier época del año, hágase el tiempo para disfrutar y sentirse libre!

Up!: esta imagen me hizo recordar a la película 😀

No sé qué esperan para ponerle globos!

No sé qué esperan para ponerle globos!

Ver: gentes del mundo llegan hasta tan abajo en el mapa para conocer Buenos Aires. La rutina de los que vivimos aquí es tan voraz que diluye la ciudad en nuestras narices. Me voy un par de días a unos pocos kilómetros y redescubro mi capacidad y pasión por ver, con el viento en las pestañas, e investigar detalles. Como cuando regresé hace un año de aquel gran viaje, me insisto en sacarle más provecho al gigante de cemento que me recibe, siempre insomne. ¿Lo lograré esta vez?

Wanderlust: está definido como «un fuerte impulso por explorar el mundo», «lujuría, pasión por andar», casi literalmente… es algo que se nos metió en las venas, la enfermedad incurable que nos salvó la vida, como dicen Lucy y Rubén. Se merece mucho más que una ínfima mención en este inventario, pero a veces viene así, en pequeñas dosis entre el devenir diario, más o menos abrumador, que nos toca.

Xilofón: un instrumento quizás poco viajero-friendly, por eso no llevamos uno… y porque no tenemos (y porque la X es una letra jodida…). Al viajecito le faltó el momento fogón con alguna de los tantos instrumentos que Mariano acumula en casa…

Yerba: me estoy conociendo con esto del mate. No, no es raro! Conozco muchos otros argentinos que no gustan del mate, aunque en las playas es como una plaga y parece indispensable (claro que es conveniente tener un termo de al menos un litro de capacidad, no?).

Zzz: como pasa la mayoría de las veces, las mini vacaciones no fueron precisamente para descansar en mi caso. No voy a sacar (más) trapitos al sol aquí, pero voy a decir que por suerte tenía un día libre al regreso y me lo pasé durmiendo! Pero, quién me quita lo bailado…

Este divague sobre el teclado viene a colación de un viajecito que hicimos con nuestros amigos Tati y «J», de Caminado por el Globo; Pablo, de Polviajero; y Mariano de Ir Andando. ¿Para cuando la próxima? 😀

Amigos

Sobre El Autor

Soy Vito. De raíz riojana y treinta y pico de años. Viví también en Córdoba, Mar del Plata, Buenos Aires. Viajé por Nueva Zelanda, Cuba, Italia, Bolivia y otra veintena de países más. Pediatra de vocación y formación, y en los ratos que me hago entre el trabajo “serio” trato de aprender algo nuevo (tejer, cocinar, fotografiar, hablar otros idiomas, lo que sea). Amante del yoga (a.k.a. “profesora”), curiosa ayurvédica. Estudio y trabajo con la salud y la enfermedad, pero a mí lo único que me curó fue viajar. Una vez sentí que era hora de poner los pies en la tierra… y lo tomé demasiado literal, quizás.

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14 Respuestas

  1. Tati - Caminando Por el Globo

    Hermoso Vitito!!! Un digno recorrido por esos días! ¿Para cuando el próximo?
    (Me iba divirtiendo a medida que leía y tenía un comentario para cada letra pero ahora llegué al final y me los olvidé!) jajjaja

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