La “otra” Granada, la del subdesarrollo nicaraguense, la llamativa y cautivante para turistas de todo el mundo, esa nos esperaba con una calurosa bienvenida después de un largo y siempre tedioso día de viaje transfronterizo. Empezamos a ver palabras nuevas en los carteles, un ligeramente nuevo sabor llegó en el almuerzo de la plaza. Estábamos cómodos en el hostal, de repente como que el dinero se multiplicaba y con lo que hasta algunos kilómetros antes pagábamos un camping, aquí teníamos una habitación privada!! Estas cosas locas de los países revolucionarios que por darle la espalda a yankilandia, nos reciben de brazos abiertos.

Y es que llegamos hasta Nicaragua para empezar a comprobar mitos y realidades. Desde Panamá o Costa Rica nos decían que algo oscuro y peligroso estaba agazapado detrás de esas fronteras… pero algunos amigos viajeros nos advirtieron de otra cosa, de lo que realmente sucedió: “vayan que les va a encantar, es hermoso”.

Y llegamos a Granada no más!

Y llegamos a Granada no más!

Y cómo no encantarnos si llegamos directo a Granada… homenajeando a la bella ciudad del sur español, ésta desde su humilde rincón en centroamérica, no se queda atrás. Las cicatrices de la colonia en las bellas fachadas, algunas mejor conservadas que otras, las iglesias haciendo una fila india de sus cúpulas, los colores y creatividad del pensamiento de sus paredes que distraen del calor intenso. Por donde empezar a admirar?

Con ese "mostro", difícil...

Con ese «mostro», difícil…

El lago Nicaragua asoma desde el paseo costero (en remodelaciones para cuando fue nuestra visita), y el pequeño embarcadero despacha ferrys hacia las islas volcánicas varias veces en la semana.

Una callecita «muy Granada» (la americana o la española?) se congestiona de mesas, bares y turistas. Platos típicos, música ya más parecida a la mexicana que a la caribeña, y mojitos a menos de 1 USD! Las bondades de una moneda devaluada nos dan un respiro al bolsillo y un buen refresco a la temperatura de todo el día cuando empieza a caer la noche.

Los introduzco en nuestro pequeño paseo por este país con algunas imágenes de la bella, la otra encantadora, Granada…

Sobre El Autor

Soy Vito. De raíz riojana y treinta y pico de años. Viví también en Córdoba, Mar del Plata, Buenos Aires. Viajé por Nueva Zelanda, Cuba, Italia, Bolivia y otra veintena de países más. Pediatra de vocación y formación, y en los ratos que me hago entre el trabajo “serio” trato de aprender algo nuevo (tejer, cocinar, fotografiar, hablar otros idiomas, lo que sea). Amante del yoga (a.k.a. “profesora”), curiosa ayurvédica. Estudio y trabajo con la salud y la enfermedad, pero a mí lo único que me curó fue viajar. Una vez sentí que era hora de poner los pies en la tierra… y lo tomé demasiado literal, quizás.

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