Después del frío polar de la cima del Barú y el frescor de la noche boqueteña, era hora de arena y sol, y enfilamos para Bocas del Toro…
Una provincia de la región centro caribeña que tiene la fama de ser el centro de joda juvenil y destino vacacionil por excelencia en un rincón, las islas Colón y Batismentos.
Desde Boquete, tomamos un bus a David, desde allí otro a Almirante y finalmente una lancha. En total fueron 6 hs con buen ritmo de combinación de transportes. Llegamos caída la tarde y empezamos a recorrer hostales. Era viernes, con las puertas abiertas del fin de semana, estaba todo lleno! Nos llevó casi una hora encontrar lugar. “Mar e Iguana” fue el lugar donde acordamos poner la carpa. Hasta que nos instalamos y compramos los víveres para la cena nos dieron las 8.55 pm. El tano que maneja el bar-restorán se puso la gorra y cuando nos vió aparecer con las bolsas ladró “La cocina cierra a las 9!”. No hubo forma de conseguir ni 5 minutos para calentar las salchichas, la cocina cerró a las 9…
Dejamos todo en la heladera para el día siguiente (menos la bronca que seguimos masticando) y fuimos a la esquina a consolar la pena con pollo frito y yuca 😀 .
Nos reencontramos con Mauro y Lucas (¿quién sigue a quién??) y juntos fuimos de paseo a la isla Batismentos, la playa Red Frog. Se llama así porque en teoría está habitada por pequeñas ranitas coloradas. Pero lo que vimos en el paseo fue nuestro primer perezoso!
Las ranitas sólo las vimos en manos de unos niños de la isla que las pasean en una hojas y piden dinero a cambio de las fotos.
La playa no nos gustó mucho (mucho surfer = mucho viento = olas asesinas) así que la siguiente salida fue hacia la Playa Estrellas, en la misma isla Colón que Bocas por lo que se puede llegar en bus o incluso en bicicleta.
Era un hito que perseguía en este viaje: ver estrellas de mar… y vimos muchas!
La playa es mucho más linda, el agua clara, clarísima y tranquila cual piletón. Una vez que toda la gente se fue y los puestos de comidas cerraron, tiramos la carpa. Pasamos una hermosa noche, una vez más solos (o casi) en una playa paradisiaca… nos estamos mal acostumbrando??
Al día siguiente nos despertamos con toda la ilusión de disfrutar la playa y las estrellas desde temprano, antes que llegara toda la gente. Peeero el clima panameño nos deparaba un nublado profundo, lluvia y hasta frío! Las estrellas tardaron en aparecer tanto como el sol, pero cerca del mediodía todo repuntó y tuvimos unas horitas de sol.
La realidad es que en general Bocas no nos gustó tanto, ya que no somos unos veinteañeros de vacaciones. Pero estrellas en el cielo por la noche, y en el mar durante el día se ganaron un lugar especial en los recuerdos del viaje y bien valen la pena un par de días.
Hola! por una cuestion de tiempos es posible que tengamos que elegir entre San Blas o Bocas, cual nos recomendarias?? teniendo en cuenta que saldriamos desde Panama (tiempo y facilidad de viaje, valores, etc) Gracias 🙂
Mmmm, desde la ciudad de Panamá podés ir a las islas de San Blas en una excursión del día, por algo de 30USD. Si querés ir por tu cuenta en cuanto a costo sería casi lo mismo ir a cualquiera de las dos. Bocas está más lejos de la ciudad de Panamá y es más «cómodo» ya que no tenés que preocuparte por comprar los alimentos antes de llegar, y de todos modos lo que te vendan va a ser un poco más económico (y más variedad) que lo que puedas comprar en San Blas.
Creo que no te ayuda mucho esto! Hay que elegir, y las dos son muy buenas opciones! Si me preguntas a mí, yo volvería mil veces a San Blas, es la sensación de estar en un lugar único en el mundo… 😉