Para los últimos dos días de viaje europeo, elegimos un lugar al sur de España. Debíamos tomar el ferry a Marruecos desde Tarifa, pero estando en Granada sólo teníamos bus directo a Algeciras, y allí fuimos. Aparte de esa fácil conexión había un encanto articular, la cercanía con Gibraltar, lugar misterioso por recóndito en el mapa. Yo no sabía nada al respecto, Mariano un poco más. Antes de ir nos enteramos que sin proponérnoslo volveríamos al Reino Unido: Gibraltar es colonia británica de 1700 y pico (les dije que no sabía NADA).

Luego de bajarnos del bus que nos llevó hasta La Linea de la Concepción, nos fuimos caminando de España a Gran Bretaña. Si uno tiene cara y pasaporte europeo pasa por la cabina de control con un simple ademán de saludo al guardia. Pero nosotros tenemos mucha pinta de sudacas parece, porque el señor de la garita nos llamó y nos pidió los pasaportes para una revisión más meticulosa. Sin sellos involucrados, nos metimos en tierra pirata nuevamente.

El Peñón, desde tierra española

Es sumamente pequeño, y gran parte ocupado por el Peñón, no queda mucho esapcio para que las 30 mil personas que ahi viven tengan sus típicas casitas inglesas, abundan los edificios de departamentos tipo monobloc. El aspecto de base militar se fortalece con esta arquitectura. Tan chico es que la pista de aterrizaje del aeroparque está en medio del camino, si la barrera está alta, automóviles y peatones pueden pasar… funcionaría este sistema en Argentina??

Volare, oh, oh…

Hay un centro cívico, que nos recibió adornado para la Fiesta Nacional que se celebraba al día siguiente. Y no mucho más. Era domingo y nos costó mucho trabajo encontrar un supermercado, porque estando una vez más bajo la despiadada libra esterlina nuestras opciones para alimentación eran muy limitadas. La señora de la pensión de Algeciras nos habia aconsejado sabiamente de almorzar antes de cruzar la frontera….

Todo muy british…

Le pusimos fin al descanso del almuerzo para ir Peñón arriba. Y muy arriba. La subida es tan pronunciada como larga, y cometimos el gran error de emprenderla casi sin agua. El camino es árido como la roca misma y no hay kioskos ni bebederos en el camino. Para atacar aún más nuestra fuerza de voluntad, a poco metros de la subida nos encontramos un cartel que anunciaba que el precio de ingreso a la reserva era de 10 libras… «Ni en pedo pago por esto!», fue mi reacción. De todos modos seguimos andando sólo para ver que nueva vista podíamos tener del Estrecho. Grata fue nuestra sorpresa cuando continuamos caminando (siempre arriba) y la única taquilla que vimos estaba cerrada y el paso allanado 🙂 .

Los pilares de Hércules, cuanta la leyenda que aquí terminaba el mundo…

Cuesta arriba más adelante, sin que apareciera ningún bebedero, nos alcanzó una pareja de españoles con una sóla duda «Habéis visto algún mono?», es que aquí hay una muy famosa y cuidada comunidad macaca que nos esperaba en lo alto, todos en familia, muy tranquilos, salvo cuando algún energúmeno homo sapiens les toca bocina desde sus vehiculos…

Paisajes mezclados

Brutus Homo Sapiens y su comida chatarra

Este era el Sabio de la manada… para mí!

Viva la Lactancia Materna!

Allí nos quedamos. Europa terminaba ahí, con estos piojosos y simpáticos animales, el Estrecho a los pies de esta Piedra, las últimas tapas de regreso a la tierra española, y del otro lado una gran incógnita, inmensamente motivadora, donde seguramente todo comenzó para nuestra historia… África… a continuación!

Con el África de fondo… y un edificio horrible que arruina la vista.

Datos Útiles

PAPELETA: Si bien no hace falta visado especial (para argentinos al menos), hay que llevar el pasaporte.

ALOJAMIENTO: Dormimos en Algeciras, que está a una hora en bus del Peñón. Una posada por 30 € por noche para dos personas. Muy básico…

TRANSPORTE: el bus de Algeciras a La Línea de la Concepción sale 2,3 € por tramo, por persona. Desde la terminal de La Línea se va caminando al paso de frontera de Gibraltar… por dentro de Gibraltar hay buses urbanos para recorrer, pero a menos que se tenga muy poco tiempo, haga mal clima o haya alguna limitación física, se puede recorrer caminando todo el lugar.

COMIDA: No pisamos restoranes ni bares. Buscamos un supermercado y compramos comida allí… La moneda es Libra esterlina! Conviene almorzar del lado español. En Algeciras la cosa es más amigable. Hay varios supermercados, y buenos bares para, por ejemplo, una cena de tapas y cañas 😀 (16 € para dos personas).

ENTRETENICIENCIA: Hay un cartel que advierte de las 10 £ que cuesta la entrada a la reserva, pero como ya dije no había nadie que lo cobrara, al menos para llegar hasta donde están los macacos, que es lo que todos vamos a ver. Hay otros sitios para visitar dentro del predio a los que no llegamos, unas cuevas y otro mirador más alto, pero no creo que haya habido taquilla en ellos…

Sobre El Autor

Soy Vito. De raíz riojana y treinta y pico de años. Viví también en Córdoba, Mar del Plata, Buenos Aires. Viajé por Nueva Zelanda, Cuba, Italia, Bolivia y otra veintena de países más. Pediatra de vocación y formación, y en los ratos que me hago entre el trabajo “serio” trato de aprender algo nuevo (tejer, cocinar, fotografiar, hablar otros idiomas, lo que sea). Amante del yoga (a.k.a. “profesora”), curiosa ayurvédica. Estudio y trabajo con la salud y la enfermedad, pero a mí lo único que me curó fue viajar. Una vez sentí que era hora de poner los pies en la tierra… y lo tomé demasiado literal, quizás.

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2 Respuestas

  1. Miriam

    buen relato, excelente fotografía y me gusta mucho mucho este nuevo diseño consistente en incorporar datos de interes general para cualquier persona que desee viajar. Besos

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