Querido diario: los vamo´

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las 21.27 y me pican las palabras, los pensamientos mejor dicho. Estoy sola y en silencio. Hace poco escuché como alguien explicaba tanto mejor de lo que yo podría, lo necesario que es para algunos de nosotros la soledad y el silencio [mirálo acá y decime si no te toca alguna fibra….]. No me atrevo a llamarlo brote creativo, pero de a poco empieza a volver la necesidad de dejar de escribir recetas, indicaciones, certificados a otros, y volver a escribirme a mí misma. Es algo que no pude combatir. Mi Jekyll vs Hyde. Ahora me gana [y ayuda] la ansiedad… faltan 47 días. Hoy germinó el último poroto que faltaba. Hoy puedo dejar de mandar mails y comentarios como una desquiciada a todas las empresas involucradas en la demora. Me comí 50 minutos de call center, nada es gratis, menos cuando te dicen “gratis”.

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mente inquieta y culo inquieto, a las 20.45 agarré la tijera. Las crisis de las mujeres pasan por la cabeza, literalmente [figurativamente pasan por muchas otras partes del cuerpo]. Nada drástico, pero el “shik” de la tijera cortando pelo es terapéutico [que nadie me lo niegue]. Y pienso en el poco pelo que tengo, y el mucho tiempo que pasó. Volvimos a Buenos Aires hace tres años exactamente [TRES AÑOS]. Nuestro verso por entonces era que íbamos a trabajar un año, ahorrar y volver a viajar. No sabíamos que era verso. Que iba a ser complicado conseguir trabajo. Que iba a ser casi imposible ahorrar. Que plantéabamos un año sabático inverso, pero metiéndonos en las fauces del sistema iba a ser difícil salir. No perdí la esperanza hasta hace algunos meses. A la frustración la llamé “crisis de los 35” aunque no los hubiera cumplido aún. Me costó tanto levantar la cabeza que me contracturé el cuello y se me trabó la mandíbula. Y salí. Porque siempre salimos y ya lo sé. Pero también sé que tengo que permitirme atravesar esos bosques nocturnos.

SHIK!

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mañana no va a sonar ninguna alarma, [quiero tirar el rodillo por la ventana y patear bien lejos la lata de aguarrás] y nos levantaremos a las milquinientas quizás. Dicen que se viene la tormenta del siglo. Obviamente los meteorólogos no pasaron por casa, porque se darían cuenta que por acá ya pasó! La puerta del baño está recostada en una habitación, hay libros en cajas en el piso junto a la cama, y ropa en el sofá. Listas a medio tachar por toda la casa. [Y la SUBE??? Dónde está la SUBE??!!]. De alguna manera que desconozco [pero me involucra fuertemente] en veinte días esto va a estar casi vacío, todo casi relocalizado y listo para volver a habitarse por nuevos sueños.

SAN SEACABÓ

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Dicen que los objetivos, metas [sueños] hay que contárselos a todo el mundo que te cruces, y desde que le dimos click a ese ofertón [gracias Santo por el aviso…] lo hice. No me lo guardé, aunque está el impulso de hacerlo “por cábala”. Y no paran de surgir contacto, ideas, datos. Y me quedo escuchando que alguien conoce a alguien

DESPELOTE MARCA ACME

que tiene una escuela de danzas de la India, o que sabe de un pueblo japonés donde nació una escuela de arte marcial que casi ya no se practica… y por dentro pienso “claro, cómo me iba a enterar si no se lo contaba!”. Y todo pasa tan rápido que no sé en qué momento voy a sacarme sangre, hacerme una ecografía, comprar medias, ponerme la última vacuna y juntarme con mis amigas.

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“Entre gallos y medianoche”, frase que siempre me gustó, ya me dirá mi madre de dónde viene… Aparte de decirme muchas otras cosas y de bancarse como una campeona [que es] que me vaya de nuevo sin poder decirle cuándo vuelvo. Y nos sorprende que nos cuesta. Que será que estamos viejos? No es lo mismo ahora, pero soñamos con viajar…

LISTAS Y CUENTA REGRESIVA

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los vecinos gritan como casi todos los días cerca de las 22… con qué soñarán esta noche? Yo sueño con viajar. Nosotros soñamos con viajar. Tengo mi vocación intacta, quiero progresar profesionalmente, pero sueño con viajar. Queremos agrandar la familia [porque ya somos una, de dos integrantes, “los Vitos” como nos llaman unos amigos], pero soñamos con viajar. Planeamos dónde echar raíces y tener perros, gatos y huerta, pero soñamos con viajar. Y una vez comprobamos que [con esfuerzo y sacrificios varios] los sueños se hacen realidad.

… MÁS LISTAS