En estos años de viaje crucé más de 20 fronteras. Más o menos anecdóticas, todas con su particular sensación de nervios y ansiedad. Pero esta no era una más, era la última… de esta etapa.

Nos enorgullecemos, nos quejamos; los argentinos, por definición, nunca estamos conformes, y esta no podía ser la excepción. Estábamos en San Pedro de Atacama, un lugar al que creo que nunca llegué realmente, y no podíamos decidirnos por donde seguir el viaje. Bajamos un poco más por Chile? Cruzamos a Jujuy, tan cerca q estamos…? Es que acaso quería y no quería llegar? Hace varios meses que me persigue la nostalgia de hogar, y que sabía que más temprano que tarde, el regreso ya estaba en puerta.

Mi entrada soñada se frustró: el paso de Pircas Negras que comunica Copiapó (Chile) con La Rioja, está abierto solamente en enero y algo de febrero. Tarde piaste, a buscar otro paso. Un francés que conocimos en Potosí nos mostró fotos del Parque Nevado Tres Cruces, en Copiapó también, que comunica con la provincia de Catamarca, hermoso lugar. Empezamos a preguntar y no había datos concretos, que sí hay tránsito de camiones, que no pasa nadie que no vaya en tour… el tour impagable para nosotros a esta altura del partido! Las opciones nos fueron acorralando… o nos dejamos acorralar.

Hace un año el razonamiento hubiera sido el opuesto quizás, pero con este lastre que llevamos, cada uno con sus razones, nos disfrazamos de que lo dejábamos al azar y nos paramos de cara al Paso de Jama, entre San Pedro y Jujuy.

Paisajes de transición

Paisajes de transición

A los pocos minutos llegó Juan y más atrás Benjamín. Dos camioneros argentinísimos que harían el cruce. No hubo que hacer mucho para convencerlos, «vamos, pongan las mochilas atrás que yo los llevo», nos dijo Juan, y así se convirtió en una persona única y seguramente inolvidable. El control migratorio de este paso se caracteriza por el poco sentido común y obstinación, «está prohibido pasar a pie», uno tiene que estar sí o sí en un vehículo. Por este detalle es necesario que alguien se haga cargo de uno, y es lo que hizo Juan. «Somos tres en el camión», dijo y entregó un papel con sus datos para que se puedan hacer nuestros trámites sin mayores cuestionamientos. Esa fue la simple manera en que nos evitamos una discusión de conceptos como la que tuvieron Laura y Juan en este mismo lugar.

Una meta

Una meta

El viaje fue casi tranquilo, el paisaje que nos acompañó iba cambiando lento pero contundente. Quizás uno de los mayores regalos de este viaje es ver la metamorfosis del desierto en esa serpentina que es la Cuesta de Lipán. No terminábamos de admirarla que ya estábamos hasta considerando en quedarnos unos días en Purmamarca… pero seguimos y a pocos kilómetros nos detuvo una fila de vehículos que nos tuvo por casi tres horas en el mismo lugar. Había una fiesta patronal en Tumbaya, sobre la ruta. Después vino la niebla, la silueta de la ciudad de Jujuy, la cena atrasada en Guemes, y así, casi sin querer nos dimos cuenta que ya estábamos en Argentina. Todos eran argentinos a nuestro alrededor, hablaban en argentino, se vendían lomitos y sánguches de miga, se veía en la tele el resumen de la fecha del campeonato de fútbol, teníamos nuestros pocos y devaluados pesos en la mano nuevamente. Al día siguiente ya estaba en Salta con una amiga. Tan paulatino, tan natural, y tan increíble aún. El primer viaje que hice con Mariano, hace dos años y medio, empezó por esta misma ciudad. Comiendo estas empanadas, tomando este vino. Es un circulo que se va cerrando aunque nos esforcemos por ponerle más kilómetros. Desde los 17 años que me voy cada tanto del lado de mi madre porque vivo lejos de ella, y siempre dice «por qué te tenés que ir?», «porque si no me voy, no puedo volver!», le respondo. Hoy hago conmigo misma esa misma conversación, a la inversa, tengo que volver para poder irme nuevamente.

Como en casa

Como en casa

Hay que volver a encontrarse con viejas costumbres, y sobre todo para reconocer el crecimiento y cambio que generó esta experiencia. A veces sentimos que no tuvimos grandes aprendizajes, pero siempre supe que es ahora cuando todo eso se va a revelar. Por ahora camino como ajena a mi entorno, no como si no fuera mi lugar, sino como si no fuera yo. La yo que conoce todo esto ya no está aquí…

... la que volvió, es otra.

… la que volvió, es otra.

Sobre El Autor

Soy Vito. De raíz riojana y treinta y pico de años. Viví también en Córdoba, Mar del Plata, Buenos Aires. Viajé por Nueva Zelanda, Cuba, Italia, Bolivia y otra veintena de países más. Pediatra de vocación y formación, y en los ratos que me hago entre el trabajo “serio” trato de aprender algo nuevo (tejer, cocinar, fotografiar, hablar otros idiomas, lo que sea). Amante del yoga (a.k.a. “profesora”), curiosa ayurvédica. Estudio y trabajo con la salud y la enfermedad, pero a mí lo único que me curó fue viajar. Una vez sentí que era hora de poner los pies en la tierra… y lo tomé demasiado literal, quizás.

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23 Respuestas

    • Vito

      Es indescriptible, Nati, esto fue un intento de expresar la mezcla de sensaciones que me generó ese pequeño-gran viaje.
      Muchas gracias por los buenos deseos, y los míos para vos y tus proyectos. Que la inspiración fluya… 😉
      Abrazo

      Responder
  1. Kar

    Hola Hola! Recién abrí un ratito el face y me aparecieron sus enlaces en las noticias; hace mucho tiempo no leía un post de viaje… me emocioné mucho con éste Vito, no sólo porque llevo en mi mochila los mejores recuerdos vividos en esos bellos paisajes y con tu relato me trasladaste allí nuevamente, sino porque en Marzo regresé a La Rioja, a casa, después de 15 meses de andar andando soles. Puedo decirte que comparto y comprendo tus sensaciones y siento mucha alegría de que se encontrarán pronto con sus familias.
    Mientras leía se me vino a la cabeza lo que un viajero me dijo tiempo atrás… que la experiencia no es lo que te sucede sino lo que haces con lo que te sucede. Creo que escondida dentro de esa frase existe un mensaje trascendente para todos los que hemos agarrado alguna vez con un poco de coraje nuestras mochilas y salido a recorrer el mundo. Un mensaje que cada uno descubrirá en algún momento de su camino, interpretará y llenará de valor y sentido.

    «Yo ya no soy yo, por lo menos no soy el mismo yo interior…» sentenció el Ché.
    Con esas palabras cargadas de profundidad y humilde certeza les doy la Bienvenida y los espero para darles un gran abrazo y compartir unos mates en la shioja. Saludos!!
    Kar.

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  2. isamercol5

    «…vuelvo porque volvemos
    porque no vuelvo solo
    porque
    bueno
    algún día
    siempre volvemos todos
    porque de pronto uno
    decide
    y ya esta hecho…»
    Lo dijo el gran Mario Benedetti…. y sí, hija mía, vuelves, vuelven, ya ya está todo dicho…
    Aquí los espero/ los esperamos/ los esperan mucha más gente que ahora los conoce….

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    • Vito

      Gracias madrecita mía, por el cariño, el aguante, y las siempre acertadas palabras.
      Nos vemos pronto!
      😀

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  3. Chono

    Volveremo’ volveremoooo!!! Genia Vito!!! Pase mija, un yerbiao y una raspadita a su salud!! Bienvenida!!! Beso grande y ya nos juntaremos asadito de por medio!!

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  4. Juan Manuel

    Bienvenida Vito!!!
    Me encantó esta frase y desde ya que me la apropié: «“porque si no me voy, no puedo volver!”
    Te mando un abrazo enorme y ahora que ya estás por acá algún día espero conocerlos!!!

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  5. Mariana Mutti

    Soy bastante colgada como para no darme cuenta, hasta ahora, que Mariano y vos son novios! jajajaaj

    Es genial, los conocía a los dos por separado y cuando vi el título de tu post, despues de leer el de Mariano, dije que coincidencia, dos argentinos que vuelven en el mismo momento después de la misma cantidad de tiempo!

    Entre y ya el nombre del link me lo decía todo, venían por el mismo camino… juntos!

    Bienvenida de vuelta, Vito! 🙂

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  6. Cristal Cortez

    porque cuando les leo se me inundan mis ojos de lagrimas, de sentimiento, de nostalgia, de calle, de vida, de añoranza!!!! que sean bienvenidos de nuevos mis argentinos Hermosos…. que la vida siga siendo un viaje en todos los sentidos con lindos atardeceres y grandes metas por alcanzar….

    Mattis y yo les enviamos un gran abrazo fraternal con el deseo de vernos nuevamente y no para comernos un pan de jamon quizas me invites unos de esos sanguches de miga…

    Tu amiga del Camino Cris con Matt…

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    • Vito

      Cristalito! Son tan especial para nosotros como esos mensajes que nos llegan al corazón. Esperamos poder conocer a Matt pronto, con pan de jamón o sánguches de miga, lo que sea, lo importante son los abrazos!
      Te queremos mucho 😀

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  7. Cristal Cortez

    En los suburbios de La Habana, llaman al amigo mi tierra o mi sangre.
    En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana, por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma; y llave por…
    -Llave, por llave -me dice Mario Benedetti.
    Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron.

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  8. mochileando por el mundo

    ai Vito que emocioooon 🙂 Me encanta lo que le contestas a tu madre, y aun mas que hayas vuelto para darle un achuchón, y aun más que has vuelto para volver a irte… quien sabe donde, quien sabe cuando… es la magia de viajar! Feliz vuelta a casa chicos, un abrazo a los dos

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