Después de un nuevo día de intentos frustrados de viajar a dedo para alejarnos de la costa colombiana, finalmente llegamos a Medellín en bus por la madrugada. Allí nos reencontramos con Agustín, un amigo cordobés que conocimos en Palenque y juntos fuimos hacia el sur, a Caldas de Antioquía donde conoceríamos a Daniel de Soy Mochilero y su familia que muy amablemente nos recibieron unos días con ellos. El cuerpo respiró, habíamos llegado a La Ciudad de la Eterna Primavera. El clima ideal nos acompañó durante nuestra estadía en esta hermosa ciudad, mejorando aún más (si cabe) nuestra impresión de ella. Después de muchísimos meses en ojotas y traje de baño, volvimos a las zapatillas y los buzos por la noche con una sonrisa dibujada en la cara.

A nuestro alrededor se levantaban los cerros verdes de la bella Antioquía. Ya los veríamos más de cerca, primero nos dispusimos a sacarle jugo a esta capital cultural.

Museo de Antioquía

Frente a la Plaza Botero (o Parque de las Esculturas) donde hay réplicas gigantes de sus esculturas más emblemáticas. El museo está casi íntegramente armado por la colección personal del pintor y escultor colombiano, con una amplia muestra de las mejores obras de su autoría y otras muchas que él mismo donó a la administración municipal. Los gigantescos murales nos dejaron boquiabiertos y admirados de las formas y colores, únicos de su estilo. Mi favorito, un mural en díptico, «Visita de Luis XVI y María Antonieta a Medellín» con un curioso paisa asomando por una puerta tras las figuras de la realeza.

Luchito asombrando al barrio

Luchito asombrando al barrio

La entrada cuesta 10.000 pesos colombianos y se puede pagar con tarjeta de crédito. Se puede visitar de Lunes a Sábados de 10 a 17.30 hs o Domingos y Feriados de 10 a 16.30. Si alguno está por estos días no deje de aprovechar la entrada gratis hasta el 3 de noviembre 😉 . La tienda del museo es un peligro para bolsillos de fácil tentación!

Parque Explora

Un museo – parque temático sensorial y científico, una especie de Tecnópolis. El enorme predio invita a recorrer diversas muestras de física y geología, entre dinosaurios (no «vivos»), con juegos didácticos muy divertidos. No se pierdan ver a Nemo y Dori en el gigantesco Acuario!

Para los residentes de bajos recursos de la ciudad la entrada es gratuita para un grupo familiar de hasta 5 personas, el único requisito es presentar una boleta de servicio donde figure el estrato al que pertenece (aplica para los estratos 1, 2 y 3). De lo contrario la entrada es de 20.000 pesos colombianos. Se puede visitar de Martes a Viernes entre las 8.30 y 16 hs o fines de semana y feriados de 10 a 17 hs. La estación Universidades de la Línea A del metro cuenta con un acceso directo al parque 😉 .

La mente a prueba

La mente a prueba

Con la entrada gratuita se tiene acceso a una de las tres Salas Interactivas: Física Viva, Sala Abierta (tecnología digital) y Mente, el mundo adentro. Por unanimidad elegimos ésta última. Pusimos a prueba todos los sentidos, aprendimos, nos asombramos, jugamos, competimos, nos mareamos estando parados y quietos, nos hicimos gigantes por un segundo, sentimos frío tocando calor, escuchamos voces del más allá, olimos cacao y lavanda… en síntesis, nos divertimos muchísimo!

Cosas locas

Cosas locas

Jardín Botánico

Un espacio verde y natural para relajar la mente en una caminata que atraviesa varios ecosistemas recreados con éxito. Visitamos el mariposario, donde una Monarca me dio la bienvenida y acompañó hasta el final. Nos quedamos con las ganas de conocer el famoso Orquidario ya que estaba cerrado por un evento privado.

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La entrada es gratuita, «La Alcaldía ya pagó por usted» reza el cartel de la entrada 😉 . Los horarios de visita son de 8.30 a 17.30 de Lunes a Sábado o de 10 a 18 los Domingos.

Escapadas de Mini Aventura

Pero para conexión natural nos dimos un gran gusto, junto a Daniel y Camilo, nuestros anfitriones de Couchsurfing y creadores de Soy Mochilero, organizamos una salida masiva de acampe al Alto de San Miguel. Y digo masiva porque la vida quiso que en casa de los chicos nos reencontráramos con Dana y Gastón, y más luego se sumaron Ingrid y Matias, los paranaenses  Vagos x el Mundo. Toda la muchachada se aventuró carpas al hombro hacia los cerros de Antioquía. La plácida caminata en la verde montaña se convirtió en una corrida a lo «sálvese quien pueda» cuando la tormenta del siglo se batió sobre nuestra humanidad. Empapados en agua y barro y aturdidos por el rayo que cayó a pocos metros, tan pocos que el ruido y el destello fueron un sólo grito, divisamos una finca y sin pensarlo dos veces nos metimos corriendo. Nadie en su sano juicio podría ser tan desalmado de sacarnos a los tiros de allí, pero la llegada de los 8 extraños no le dió mucha felicidad a la dueña de casa. Así y todo nos dejó acampar en su galería y a la mañana siguiente con el corazón más blando nos invitó café con leche para todos.

El equipo completo (seco)

El equipo completo (seco)

El equipo mojado!

El equipo mojado!

La tranquera que nos rescató del aguacero

La tranquera que nos rescató del aguacero

Otra gran escapada estando en Medellín es un poco más lejos, a unos 79 km, hacia un embalse que dejó un paisaje surreal en torno al Peñol, y su vecino pueblo Guatapé que incluso teniendo un imponente paisaje se destaca por un detalle muy particular: todas las casas y edificios del pueblo tienen zócalos con diseños únicos y multicolores, TODAS! No podíamos parar de sacar fotos a los englanados balcones floridos, y cada uno eligiendo su zócalo favorito.

La vida en colores

La vida en colores

Encontramos un buen sitio para acampar e improvisar las comidas al fogón. Luego caminamos unos 8 km hasta tener la vista de la gran roca del Peñol. Un primo lejano del Peñón de Gibraltar, quizás… El nivel del embalse estaba muy bajo, casi seco, lo que nos impidió disfrutar del paisaje en todo su esplendor, pero aún así considero que es un sitio imperdible de la zona.

El Peñol

El Peñol

Se puede llegar desde la terminal de buses de Medellín por 8.000 pesos colombianos, o echar dedo para que la aventura sea completa 😉 . Se puede subir 702 escalones para tener la vista desde la cima pagando una entrada de 10.000 pesos colombianos.

Medellín y sus alrededores son un encanto, cultura y naturaleza en justo equilibrio. No en vano se ganó el reconocimiento como la ciudad más innovadora en 2013. Imperdible para cualquier viajero. Hay muchos atractivos más, esta es mi petit selección, espero que les sirva 😉 .

Si tenés cualquier duda sobre este destino, no dudes en comentarlo a continuación o escribirme por el formulario de contacto. Si te parece útil esta información, compartila con tus amigos!

Sobre El Autor

Soy Vito. De raíz riojana y treinta y pico de años. Viví también en Córdoba, Mar del Plata, Buenos Aires. Viajé por Nueva Zelanda, Cuba, Italia, Bolivia y otra veintena de países más. Pediatra de vocación y formación, y en los ratos que me hago entre el trabajo “serio” trato de aprender algo nuevo (tejer, cocinar, fotografiar, hablar otros idiomas, lo que sea). Amante del yoga (a.k.a. “profesora”), curiosa ayurvédica. Estudio y trabajo con la salud y la enfermedad, pero a mí lo único que me curó fue viajar. Una vez sentí que era hora de poner los pies en la tierra… y lo tomé demasiado literal, quizás.

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